Su carácter de zona agreste y remota junto a sus formaciones boscosas, en buen estado de conservación, la convierten en hábitat de especies emblemáticas como el pájaro carpintero gigante, el pato de los torrentes, el puma, el pudú-pudú, el huemul y el monito del monte, entre otras.
Sus variados circuitos de trekking discurren entre valles y cerros, atravesando bosques de lenga, coihue, ñire y ciprés de la cordillera, así como también ambientes con ingresiones de selva valdiviana y ambientes altoandinos.
Glaciares, ríos, arroyos, lagunas, turberas, mallines y praderas de altura constituyen parte de los numerosos valores de conservación que el área alberga.
Debido a la importancia de los ecosistemas protegidos y a su rol central como corredor biológico entre los Parques Nacionales Nahuel Huapi y Lago Puelo, desde el año 2007 forma parte de la Reserva de Biósfera Andino Norpatagónica.